Elige un trozo de felicidad

Nuestras grosellas

Nuestras grosellas son frutos de color rojo brillante, típicamente agrios, firmes, gordos y redondos, con racimos uniformes y un fino brillo: ¡una auténtica delicia!

Peter Dahmen, uno de nuestros cultivadores de grosellas:

«Para mí la felicidad es cuando puedo entregar un producto bueno y limpio de mi trabajo con alta calidad».

La granja de la familia Dahmen está situada en Jülicher Börde, en el extremo norte de Eifel. Ésta es ya la tercera generación que explota ganado lechero y cultivos herbáceos. Una novedad es el cultivo de grosellas por Peter Dahmen.

Anbaumethoden

Junge Johannisbeersträucher werden im Frühjahr oder Herbst und überwiegend im Freiland gepflanzt. Zum Schutz erhalten sie immer öfter Regenkappen oder Schattiernetze. Bei der Johannisbeere handelt es sich um eine Dauerkultur – ihre Plantagen werden 10 bis 12 Jahre alt.

Ernte & Lagerung

Die heimische Johannisbeersaison beginnt Mitte Juni und geht bis etwa Mitte August. Im Anschluss gibt es noch deutsche, gekühlte Lagerware bis zur Weihnachtszeit.

Pflücken

Zwei bis drei Jahre nach der Pflanzung können die ersten Früchte geerntet werden. Die reifen Trauben werden im Ganzen von Hand gepflückt.

Reifestufen

Johannisbeeren reifen gleichzeitig und werden daher ein- bis zweimal geerntet.

Nuestras variedades

J. v. Tets | Rolan | Rotet | Rovada | Haronia

Grosellas de Frutania

Las grosellas maduran en torno al día de San Juan, que se celebra el 24 de junio. De ahí su nombre, ya que las bayas son especialmente ricas en vitamina C (unas 3 veces más vitamina C que un limón). Las grosellas también aportan importantes minerales como hierro, potasio y magnesio, por lo que son muy saludables y refrescantes en verano.

Las grosellas Frutania de cultivo alemán están disponibles en: De junio a finales de diciembre

Consejos a los consumidores

Compras

Las grosellas deben tener un aspecto bonito y regordete y su piel no debe estar rota. Un claro signo de frescura y buena calidad son también las hojas verdes que quedan en las uvas.

Almacenamiento

Las grosellas son sensibles y deben consumirse uno o dos días después de su compra. Para lavarlas, puede enjuagar las grosellas bajo el grifo, escurrirlas bien y, a continuación, separar cada grano de la panícula con un tenedor.

Preparación

Las grosellas son una de las conservas clásicas del verano para zumo o jalea. Las panículas y los tallos pueden cocinarse sin problemas, ya que contienen mucho ácido tánico y, por tanto, desprenden mucho sabor.

Las grosellas rojas y blancas son magníficas para picar, para tartas, pasteles, gelatina de frutos rojos y macedonias. Las grosellas negras son perfectas para preparar mermeladas, zumos y como ingrediente afrutado en platos salados con caza.

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